jueves, septiembre 28, 2006

Casablanca - Casa del Inca - 10/06/1999


Casablanca fue proyectada en la Casa del Inca el 10 de junio de 1999 como cierre de la temporada 98-99 del cine-forum de Forajidos. El texto que aparece a continuación forma parte de la ficha que se repartió aquel día entre los asistentes.

El 8 de diciembre de 1941, justo después del ataque japonés a Pearl Harbour, llegaba a los estudios Warner Bros. una obra teatral inédita, “Everybody’s come to Rick’s”. Wallis hizo comprar los derechos de la obra por 20.000 dólares y puso en producción el proyecto con el incitante nombre de Casablanca. A partir de ahí, todo cuanto concierne a su fabricación y rodaje inspiró toda suerte de leyendas.

Con William Wyler como director y Ann Sheridan, Ronald Reagan y Dennis Morgan como protagonistas, la idea del proyecto comenzó a tomar forma. Pero la producción no iba a ponerse en marcha tan fácilmente. Wallis desestimó a Wyler como director y solicitó los servicios de Michael Curtiz. Éste propuso para el papel del dúo protagonista a Humphrey Bogart y a Ingrid Bergman, oponiéndose a otros nombres como George Raft o Hedy Lamarr.

Aunque la película es mucho más rica e inteligente, todos los ingredientes principales están en la pieza teatral, con la única salvedad de que la heroína interpretada por Ingrid Bergman es una aventurera de virtud dudosa y Rick un hampón sin escrúpulos ni mucho carácter. Fue la aportación colectiva de los guionistas, director y productor la que hizo de Casablanca lo que es, cambiando un simple folletín propagandístico antinazi por una historia romántica que forma parte de la cultura de nuestra sociedad.

Si completar el guión fue complicado, reunir el elenco de actores no lo fue menos. A ello se fueron sumando otros muchos obstáculos que superar, como las limitaciones de tiempo impuestas por compromisos ulteriores de los principales intérpretes. El guión con el que se trabajaba estaba terminado, pero no era definitivo. Partes del mismo fueron escritas sobre la marcha, como la famosa escena final en el aeropuerto, donde ni los propios actores conocían cuál iba a ser el desenlace de la historia.

Otra anécdota curiosa está relacionada con Dooley Wilson, el actor que daba vida a Sam, el cual no tenía ni idea de tocar el piano. Sin embargo, la música se estaba rodando con sonido directo, así que mientras aquel cantaba y fingía aporrear las teclas, se colocó otro piano fuera de cámara donde sonaban, entre otras, “As time goes by”. Una melodía a la que se oponía el compositor de la banda sonora, Max Steiner, y que acabó aceptando a regañadientes.

Uno de los momentos más emotivos de la película y de su rodaje tiene lugar al compás de La Marsellesa. Cuando se hizo la escena, la mayor parte de los actores presentes en ella eran, al igual que sus personajes, fugitivos del fascismo que habían huído de la Europa nazi; así que no fue muy difícil que se identificaran con la situación y la vivieran con emoción, más que tratarse de una simple actuación.

El rodaje de Casablanca concluyó el 3 de agosto de 1942 y su estreno tuvo lugar el 23 de enero de 1943, justo en plena conferencia entre Churchill y Roosevelt en la misma ciudad de Casablanca. La película se rodó casi por completo en los estudios de la Warner Bros. en Burbank (California). Aparte de decorados propios, se usaron los de otras producciones (The Desert Song para las escenas del mercado marroquí; La extraña pasajera para la estación parisina). El único exterior se rodó en Los Angeles Metropolitan Airport. En varias películas posteriores se intentó imitar el estilo de Casablanca, pero ésta tiene algo especial que no han tenido otras: una combinación de romanticismo, exotismo y heroísmo que se transformaba en algo mágico cuando Bogart y Bergman se miraban en la pantalla. El film ganó tres Oscars: mejor película, mejor director y mejor guión adaptado.

Sus protagonistas:

· Michael Curtiz: Era un maníaco depresivo que no trabajaba para vivir, vivía para trabajar. Dirigió 88 películas para Warner Bros., la mitad de ellas entre 1930 y 1939, un récord que nadie ha igualado en Hollywood. Era famoso por su carácter endiablado y su pésimo inglés. Consiguió con esta película su único Oscar como director, y a él se deben títulos como El capitán Blood, La carga de la brigade ligera, Robín de los bosques, Dodge ciudad sin ley, Ángeles con caras sucias, Yanqui Dandy, La vida privada de Elizabeth y Essex, Pasaje para Marsella o Sinuhé el egipcio.De origen húngaro, era un claro exponente de la influencia europea en Hollywood.
· Ingrid Bergman: Descubierta en Casablanca, fue llevada a Hollywood desde su Suecia natal por el productor David O.Selznick (el artífice de Lo que el viento se llevó). Consiguió dos Oscars en su carrera, por Luz que agoniza y Anastasia. Participó en muchas películas con Alfred Hitchcock, hasta su sonado romance con el italiano Roberto Rossellini, que la convirtió en su musa.
· Humphrey Bogart: El héroe americano por excelencia. Su menguada estatura y su físico le relegaron durante años a roles secundarios. Casablanca le impuso definitivamente como galán romántico de inusitado atractivo. Con su personaje de Rick Blaine, un héroe amargado pero generoso, duro pero vulnerable, ambiguo pero de una imprevista y pasional abnegación, sus gestos y su indumentaria, un sombrero, una gabardina y la pistola en la mano, se inició una leyenda. Consiguió su único Oscar por La Reina de África, junto al director con quien más colaboró, John Huston. La pareja que formaba con Lauren Bacall ha sido una de las más míticas de la historia del cine.
· Paul Henreid: Hijo del cónsul inglés en Trieste, causó tal sensación en el cine inglés que pronto fue llamado a Hollywood. Su ocasión de oro se dio con La extraña pasajera, junto a Bette Davis, donde fascinó a las mujeres americanas con su aura romántica y su exótico acento continental. Aunque al principio se negó a interpretar a Victor Laszlo, se le parecía en dos cosas: era un refugiado del Tercer Reich y odiaba a muerte a los nazis. Fue el único del trío protagonista a quien la película no benefició decisivamente en su carrera.
· Claude Rains: Seguramente el más grande actor en el reparto de Casablanca. Un inglés que sería uno de los más extraordinarios villanos de la pantalla, capaz de alternar papeles de protagonista o de característico. Los hermanos Epstein escribieron expresamente para él el personaje del capitán Renault, el cínico hombre de Vichy que halla en Rick una no prevista alma gemela.
· Sidney Greenstreet: Actor inglés de teatro, sin experiencia en el cine. Fue el gran descubrimiento de John Huston en El halcón maltés. Con su oronda e imponente humanidad, su mirada entrecortada y maligna, sería desde entonces uno de los grandes villanos de la pantalla, y fue un perfecto Ferrari, el más inquietante de los traficantes de Casablanca.
· Peter Lorre: Ejemplo máximo del cosmopolitismo de Casablanca. Nacido en Hungría, educado en Austria, actor de teatro en Polonia, astro de cine en Alemania, Inglaterra y Hollywood. Con su aire de Fausto mundano e inquietante, introducía tensión y amenaza en cualquier película donde interviniese, aunque fuera con un papel breve pero crucial como el de Ugarte.

(De “As time goes by”)
You must remember this
a kiss is still a kiss
a sigh is just a sigh:
the fundamental things aply,
as time goes by.
And when two lovers wook,
they still say I love you,on that you can rely...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"You played it for her, you can play it for me. Play it!"



Belisa C.

Que sería de Casablanca si Sam en vez de ser falso pianista fuera DJ.

Anónimo dijo...

Casablanca tiene el encanto de las películas en las que el perdedor (Rick siempre ha estado en el bando equivocado, como cuando lucho en la guerra civil en el bando republicano)acaba siendo el ganador, donde cada personaje es mucho más que lo que aparenta, y donde lo importante es todo aquello se intuye sin contarse explisitamente. Al final pierde a la chica, pero ¡SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARIS!

Anónimo dijo...

yo tampoco quiero agua de vichy, donde se ponga el roncola que se quite lo demás!